A mediados de Enero y ya algo lejos de las fiestas decidimos aceptar la invitación de Ana y Miguel para hacer una pequeña marcha y comer unas migas que hacía más de 30 años que no comía. Aún me quedaban recuerdos de mi niñez en los que no me gustaba para nada este plato.
Después de tantos años sin comerlas me resultaron muy buenas. Acompañadas con naranjas estaban estupendas.
Pasamos una bonita jornada con Ana, Miguel y su familia además de algún amigo.- Podría haber sido mejor si no hubieran fumado tanto. En efecto, lo paso fatal cuando alguien fuma y como aquí fumaron varios y además hacía frío...
En fin; No dejó de ser una buena jornada.
La marcha, hasta la fuente del caño, fue de unos 9 km y encima nos calló una buena cantidad de agua que nos dejó muy mojados. Como había llevado muda completa no fue ningún inconveniente.
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