El 25/04/2009 Emprendimos esta marcha, organizada por "Los jóvenes aventureros", que transcurría por la sierra granadina y culminaba a poco más de 1550m de altitud. El día se anunciaba lluvioso y con una temperatura de 18ºC de max. Salimos de montilla a las 6:30 llegando a, Güejar Sierra a 950m de altitud, Granada, a las 8:30.
Después de un estupendo desayuno a base de pan, aceite, chocolate, miel, leche condensada, manteca de cerdo, que cada uno tomaba según sus gustos.
Emprendimos la marcha, a través del pueblo, siguiendo la carretera, durante unos 3,5 km, hasta el comienzo de la ruta de la estrella. El paisaje era precioso a pesar de la lluvia que empezó a caer. Este fenómeno natural, aunque previsto, sembró el desconcierto entre los participantes provocando el abandono de 18 andarines. El resto decidimos seguir ya que esperábamos, y así fue, que no lloviera demasiado fuerte. Una lluvia fina y poco molesta nos acompañó, durante 2 horas, no logrando impedirnos el disfrute de la ruta vista bajo el prisma de las gotas de agua .
La lluvia cesó, ¡Al fin!, cuando llegamos a la ruta de los presidiarios que es muy empinada y necesitó de bastante esfuerzo para subirla. El sol apareció permitiéndonos disfrutar de un paisaje más luminoso y alegre así como disfrutar de la comida en un ambiente distendido y alegre. La reaparición de la lluvia, aunque leve, anunció el comienzo al comienzo del retorno al pueblo. La vuelta se hizo con menos agua, que caía a intervalos, hasta que enlazamos con la carretara. A partir de ahí, a 3,5km de la llegada, empezó una lluvia y un viento que, y a pesar de los impermeables, nos dejó bastante mojados y endureció el final de la marcha aumentando el cansancio general.
Al fin, entre rios de agua, llegamos al autocar, caras largas del conductor, comprensible, por la hora de retraso, debido a las innumerables paradas ocasionadas por la dificultad de la ruta y por el mal tiempo, y pudimos cambiarnos, bajo un porche, con la ropa de recambio que llevamos por si llovía. Partimos de regreso con unos pastelillos que nos tomamos en el autocar, ya en marcha, había prisa, que nos sentó de maravilla... ¡Se echó en falta el aguardiente!
La vuelta se hizo con muchas ganas de llegar ya que el cansancio hizo mella en muchos, yo el primero, y sobre todo por los que estaban mojados y sin ropa que ponerse.
AL fin llegamos y salimos todos corriendo hacia nuestras casas. ¡Como en casa no se está en ningún sitio! dijo el sabio y... ¡Cuán razón tenía!
Por razones obvias no veréis fotos de los últimos km.
Dicho esto: Estuvimos muy contentos de haberla realizado a pesar de la lluvia y del cansancio.
Un saludo y gracias a los organizadores de esta salida y a su paciencia por lo poco obedientes que fuimos algunos.
