jueves, 20 de noviembre de 2008

Nº 23 La Tiñosa (1568m), Priego de Córdoba, Spain

Mi agradecimiento a quienes han preparado esta salida. 
Cuando Pepe Jordano me envió su email diciéndome que no podía venir y me mandó el link para que viera lo que nos esperaba, no imaginé que fuera como la vivimos. Las vistas superaron las expectativas, ¡son portentosas!, los problemas no los memoricé bien y olvidé los guantes, como recomendaban...

Con Annie, después de ver la web recomendaba, y aplanando las dificultades para que me acompañara, decidimos ir, adelantando un día nuestra vuelta de Murcia ya que nos compensaría del largo viaje en el Twingo, bueno para la ciudad pero para la carretera...

La subida se hizo por la cara Norte y se bajó directo por la cara sur.

En fin! Llamamos a Pepe, nos inscribimos y en Montilla nos presentamos con nuestros bastones de MN que, aunque no eran los adecuados para ese tipo de marcha-escalada, nos vinieron de maravilla pues, cuando las piernas no podían, los brazos ayudaban. Las pendientes, en algunos tramos, eran durillas e inseguras a causa de las piedras sueltas esparcidas por el camino cuando no eran ellas mismas el camino. La próxima vez llevaré los guantes que utilizo para podar los rosales que seguro irán de maravilla, sobre todo, para protegerse de esas plantas verdes que atravesaban la piel como alfileres, dejando, en algunos casos, el pincho dentro.

Los zapatos que llevé eran ligeros , muy elásticos y de buen agarre que pensé serían mejores que los de piel, más recios y rígidos. Estuve contento con la elección. Pasé algo de frío al principio, por lo que estoy resfriado, creo, pero en cuanto empezamos a caminar la cosa cambió pues entramos en calor rápidamente.

Como es habitual y viendo que Lola estaba algo destacada en la cabeza, unos metros, decidimos con Miguel, un fiera, ir con ella en avanzadilla. Pedí permiso a Antonio, responsable de la cabecera, diciéndole que no iría lejos y que volvería a la cabeza como suelo hacer cuando me dejan. Pero al poco de ir tirando nos tuvieron que parar porque inconscientemente todos tiraban y la cola se estiraba creando desasosiego entre algunos participantes. Nos integramos en el grupo, no sin algunas guasas, y todo entró en orden.

A partir de ahí todo fue más armonioso y divertido pues me integré en la cola, como de costumbre, ya que si no puedo ir rápido prefiero ir lento lo que me permite dar algún que otro cambio de ritmo hasta la cabecera y hacer algunas fotos para colgar en este blog.

Con respecto a las fotos no esperen que sean buenas pues las hice con mi Nokia y encima soy malo haciéndolas. No obstante sí dan una buena idea de la dificultad a la que nos hemos enfrentado lo que ayudará, espero, a futuros andarines.

Me desfondé en la subida para coger ventaja y poder hacer las fotos pues , a veces, debido a la pendiente y a los pedruscos, a duras penas podía seguir, el pulsómetro pitaba a más de 180 pulsaciones, demasiado para lo viejecito que estoy, pero una vez localizado el lugar idóneo, me instalaba y hacía las fotos que aquí veis, algunas son robadas a Ángel de la Web de los Jóvenes Aventureros, gracias Ángel, y me recuperaba con total tranquilidad para el siguiente empujón.

Por cierto que no hay que olvidar llevar glucosa, en la forma que os convenga, ya que las reservas se agotan con rapidez si se sube a un ritmo por encima de las 135 pulsaciones. En fin, el camino y los pequeños altos previstos por los organizadores permitieron que todo fuera de maravilla.

Cuando creíamos que, al fin, habíamos llegado, descubrimos que aún quedaba otro tramo, y otro, y otro... Esto no terminaba nunca hasta que... ¡La Tiñosa! Con su banderita andaluza, con su columnita (VÉRTICE GEODÉSICO), con los primeros descansando... Y un paisaje a cortar la respiración con Sierra Nevada al sureste. Firmamos el famoso cuaderno que se guarda en una caja en acero inoxidable y...

Después de las fotos de rigor, del descanso, de la reposición de energía, desgraciadamente no pude comer nada porque el martes tenía que hacerme una colonoscopia y me contenté con bebidas azucaradas.

Empezó la bajada que fue otra sorpresa y no de las mejores. Nos reímos bastante pues, los desequilibrios eran constantes y las figuras que hacíamos partían de risa a los demás. Algunas caídas y resbalones para mejorar el humor de la tropa y, poco a poco, fuimos descendiendo por caminos, ¡Eso no eran caminos!, inverosímiles hasta que llegamos a unas colinas más suaves y relajadas. De ahí al lugar de reagrupamiento todo fue más fácil y, ¡Al fin!, llegamos a una explanada bajo unos arbolitos que nos permitieron descansar, reponer fuerzas y admirar el camino recorrido.

Terminamos la salida con una marcha, en un bonito camino, con suaves bajadas y subidas, entre un bonito paisaje que nos permitió, a Miguel y a mí, hacer una Marcha Nórdica que iba desde la cola a la cabecera y viceversa, esto ocasionó la guasa general ya que, aposta, adelantábamos a gran velocidad, para impresionar. Nos divertimos intentando sobrepasar a la cabecera pero Antonio fue intratable. Así hasta que llegamos al autocar.

¡Me lo pasé muy bien! Annie no tanto, en la subida y bajada, pero disfrutamos con el maravilloso paisaje y con el esfuerzo realizado.

Al final he decidido poner la mayoría de las fotos, muy malas, insisto, en homenaje a los que hicieron el esfuerzo para que quede constancia, al menos los de la cola, que allí estuvimos...

PD. Esto ha salido muy largo pero... ¡Mas larga fue la marcha! La música se quita, o se pone,  con un clic en el altavoz que sale en la parte superior izquierda.

Un saludo a todos y gracias por la simpatía y la alegría general.