jueves, 16 de julio de 2009

Travesía Aguilar-Córdoba 56km



Largamente preparada por Ángel, a quien felicitamos y agradecemos el esfuerzo, esta marcha empezó a las 20h saliendo de Aguilar entre olivares hacia la Rambla. El paisaje, como de costumbre, de olivares, a pérdida de vista, sigue pareciéndome muy bonito. Parte de este camino, al principio, ya lo habíamos andado en otras marchas con los de Aguilar y con los de Montilla. Había las clásicas cuestas interminables que nos ponían a prueba pero la moral de la tropa estaba muy alta. ¡Estos de Aguilar son unos Jabatos! Ángel más que los demás por ir con problemas en los pies y por venir de una rotura de clavícula que lo dejó mucho tiempo sin poder andar con la consiguiente pérdida de tono muscular que eso supone. En fin que andando y andando llegamos a la Rambla donde descansamos y repusimos fuerzas. Allí llegó la asistencia motorizada a traernos bebidas tan necesarias en esta época y en marchas largas. Había bastante gente por las calles y algún que otro jovencito animando o riéndose de nosotros dependiendo de su grado de inteligencia. Los más mostraron interés.
Una vez repuestos salimos hacia Fernan Nuñez donde llegamos ya más cansados y donde nos esperaba el coche por última vez. El camino fue todo a oscuras y, aparte de las estrellas no había más que contar. El Showy me acompañó durante la mayor parte del camino amenizándolo con su charla y haciendo que este fuera menos pesado. Algunos se ríen de lo que me contaba pero yo lo encontré interesante ya que todos tenemos cosas que aprender delos demás si nos damos la pena de escuchar.
A las 7 de la mañana llegamos a la Campsa donde descansamos un ratito y emprendimos el último tramo, muy feo, de la entrada a Córdoba.

Fuimos por la nueva Autovía del aeropuerto, en construcción, y desembocamos en la Torrecilla desde donde entramos a la ciudad, hasta la rivera, cerca del puente Romano, donde, muy cansados, llamaron a los coches para evitarnos ir al autocar y así ganar tiempo.

Volví a Aguilar a recoger mi coche, donde me habían robado la antena de la radio, y me vine para mi casa llegando cerca de las 12:30, con un gran dolor de piernas que atenué con un buen baño caliente. Después de una ligera comida y una buena siesta todo fue mucho mejor.

Aquí os dejo las fotos

Un saludo a todos

Ruta de la Campiña 21/7/2009


Como acordado y a la demanda de Domingo, decidí ir a ver que tal era la "ruta de la campiña" que es una vía verde que arranca a 4 km de la Torrecilla, por la carretera que va a Guadalcazar, y que llega hasta la carlota a 32km de distancia.

Dejé el coche junto al silo, justo donde comienza la ruta. Después de unos estiramientos empecé la marcha a eso de las 20h. El camino es bastante duro y hay que ir por los laterales para evitarla al máximo. La ruta está muy bien señalizada, con paneles de kilometraje y todo. Hacía bastante calor y gracias que, a lo largo de la ruta, hay unos cañizares que dan bastante sombra, la cosa fue bastante soportable. Eso sí, hay que ir con bastante agua para evitar la deshidratación pues no hay ninguna fuente hasta llegar a Guadalcazr a 15 km.

Decidí llegar hasta Guadalcazar para ver el tiempo necesario para recorrer los 30 km y así hacer la propuesta al grupo de Aguilar. El paisaje no me desagradó a pesar de lo "liso" que estaba todo, nada que ver con los olivares, ya que es tiempo de colectas y las colinas estaban totalmete peladas.

No obstante; la sensación de paz y tranquilidad es inmensa.

A los 6km hay un largo tunel, bastante oscuro, a causa de que han robado las placas solares que servían para iluminarlo. Poco después del tunel hay un sitio donde se puede uno parar a descansar, con un banco, una mesa y hasta un arbol... Se atraviesa el rio badajoz y algunos riachuelos, sobre unos puentes, y se aprecian bastantes pájaros y algún que otro conejo. Hay unos tablones que explican el tipo de aves que nos podemos encontrar.

El camino lo hice bastante deprisa,a unas 125 pulsaciones, 7,5km/hora, y llegué a Guadalcazar a eso de las 22:10. Allí había un área de descanso y una fuente aunque no sé si era agua potable. Al no haber ningún cartel no bebí. Descansé 10 mn y como ya era de noche decidí volver.

La vuelta fue a oscuras, rápida, a unas 140 pulsaciones, y gracias a la linterna todo fue bien. Pasaron dos parejas de ciclistas, hay gente para todo. En el camino se veían unos puntos fluorescentes y pude ver que eran una arañas que, supongo, emitían esa luz para cazar.

De vez en cuando hay que pararse para sacarse los chinos de los zapatos y así evitar daños en los dedos de los piés. Aproveché para disfrutar de esas estrellas que, como en Cabra, eran infinitas. Parece ser que la más cercana es la de Magallanes a 200000 años luz de la Tierra.

Los km, a la vuelta, se me hicieron larguísimos y eché de menos una compañía para charlar. Una de las razones de que algunos km fueran tan largos es que falta algún que otro panel indicador.

Llegué a las 0:30 de la madrugada con miedo a no encontrar el coche pues esa zona estaba muy sola. Todo fue bien y emprendí el retorno a casa que, por una vez, estaba al lado.

Aquí os dejo algunas fotos, en el google maps hay más, para que veáis el camino.

Un saludo


Semi nocturna Cabra - Montilla 11/07/2009


Acudí, a la llamada de Miguel, para hacer una marcha semi-nocturna desde la antigua estación de cabra, junto a la vía verde que viene de Jaén, hasta la Ermita y bajada por la carretera, unos 19km . La subida la empezamos a las 19:30, con algo de calor, por una rampa bastante empinada y larga. El final lo hice al máximo de mis posibilidades a causa del fuerte ritmo, para mí, que impuso el "malvado"Miguel. Gracias a que, siempre, llevo mi pulsómetro no pasé de las 187 pulsaciones siendo 165 el máximo a no pasar. Al final mantuve las 180 pero poco más podía hacer, seguramente, las próximas veces debería obligarme a respetar las 165 max.

La subida fue bastante agradable y bonita,a pesar del calor, llegando a la Ermita poco antes de la puesta del sol. Allí bebimos y comimos un poco y estuvieron charlando con un guardabosques, lo de bosques es por decir algo, hasta que la noche empezó a caer. Emprendimos la bajada por la carretera, más larga y menos empinada lo que nos permitió disfrutar del cielo estrellado.

Nunca antes había visto algo igual, pues en la ciudad es imposible ver las estrellas a causa de la intensidad de la luz. Al fin, después de mucho mirar, Ana junto a Domingo, nos indicaron donde estaba la Osa menor que yo llevaba muchísimo tiempo confundiendo con la Osa mayor.

Después de algún tiempo marchando llegamos a la estación y allí charlamos un rato antes de emprender el camino de vuelta. Me costó volver a esas horas, a causa del sueño que me entraba, pero llegué sano y salvo a casa a eso de las 2 de la madrugada.

Aquí dejo las únicas fotos que salieron.

Un saludo